Un hombre sin vocación
Pintor, ingeniero, matemático, anatomista, escritor, geólogo, inventor, músico, cartógrafo, arquitecto, escultor, botánico, poeta y urbanista … no es solo una lista de posibles elecciones vocacionales, sino todas las que transitó un único hombre “ Leonardo Da Vinci”. Nadie pondría en duda la genialidad y dedicación de este hombre del Renacimiento italiano.
Sin embargo, ¿podrías imaginarte a un Leonardo terminando su escuela secundaria y haciendo un tradicional “test” de orientación vocacional? Seguramente tendría indicadores altísimos en todas las áreas, pero ¿Con cuál de todas sus vocaciones debería quedarse? ¿La de mejor salida laboral? ¿En la que obtuvo el indicador de desempeño más alto? ¿La que le proporcione una vida más estable? ¿La más valorada por sus padres? Y finalmente ¿Por qué debería quedarse con una?
La palabra vocación puede ser liberadora, si desde siempre sentiste que hay algo que querés hacer y ahora comienza tu oportunidad para desarrollarlo. Pero la vocación también puede resultar una trampa si la pensás como única y para toda la vida.
Poder decir yo “elijo hacer”, es elegir por dónde empezar! Identificar aquello que te apasiona y permitirte explorar nuevos modos de enriquecerlo. Y si sentís que son muchas cosas las que te apasionan, tranquil@! porque siempre hay intersecciones posibles, oportunidades de crear.
Elijohacer te acompaña a elegir por dónde empezar a través de un proceso de orientación vocacional. ¡Contactanos para más información!